Continuamos dando una vuelta por
Fusión, sedientos de placer y
embriagados por los momentos vividos anteriormente. Decidimos quedarnos en una zona en la que
había gente pero se podía estar agusto. No teníamos nada más en mente…El
objetivo de esa noche lo habíamos cumplido y Blur empezó a darme por detrás,
como a mí más me gusta. Frente a nosotros había otra pareja en la misma
posición. Y por arte de magia, la chica y yo extendimos la mano y nos tocamos. Ahí
surgió la chispa.
Nos acercamos y nos tumbamos.
Empecé a besar a Iria, al principio con timidez y calma. Nos acariciábamos
suavemente, recorriendo cada centímetro de nuestro cuerpo. Me volví loca con
sus curvas, dibujaba su silueta con mis dedos mientras nos besábamos.
Me tumbó y bajó hacía abajo. Abrí
las piernas y a la vez que Blur me acariciaba y me susurraba al oído, ella me
comió entera. Sintiendo mi humedad en su boca, que posteriormente con un beso
probé yo también. Hubo un momento que
paró, y se irguió para recoger su larga
melena negra, ahí nos miramos y pude contemplar lo que en ese momento tenía
para mí sola.
Volvió a la tarea, su lengua
recorría mi clítoris y sus dedos se hundían en mi interior; para salir y entrar
repetidas veces. No aguanté más…
Al cabo de un rato, Blur me dijo al
oído…”ahora tu, hazla disfrutar”. Y así fue, la tumbé y sobre ella comenzamos a
besarnos con ansia, jugué con sus pechos y sus dulces pezones. Continué bajando
hasta llegar a su húmedo coñito, mis dedos entraban solos y mi lengua quería
más de ella. El ritmo iba en aumento hasta que su orgasmo se mezcló con
nuestros gemidos.
Perdimos la noción del tiempo, y
nos movimos por aquella cama como si fuera nuestra. Miré a mi alrededor y había
unas cuantas parejas atentos a todo lo que estaba sucediendo. Eso me excitó
mucho más. Entre vuelta y vuelta, Fran le dio a Iria por detrás mientras ella
jugueteaba conmigo y Blur no dejó de acariciarme para terminar con una buena
embestida a cuatro patas. Se portaron muy bien dejándonos hacer a nosotras
solas…Muchas gracias chicos. Sois unos caballeros.
No se borra de mi retina el
momento en que Iria se subió encima mía y comenzamos a movernos y besarnos
mientras nos metíamos mano por todos sitios. A eso lo llamo yo follar.
Nos pusimos de rodillas,
seguíamos la una dentro de la otra con nuestros dedos. La mano que quedaba
libre era para nuestros pezones, nuestras caras y nuestras bocas. Sentía su
flujo resbalar por mi mano…aumenté la intensidad y me regaló otro orgasmo.
Miraba de reojo a Blur y se
masturbaba sin parar de mirarnos hasta que se desató su orgasmo…Una y otra
vez..Perdí la cuenta de las veces que se corrió. Hubo un momento que noté como
acariciaba mi culo con su mano resbaladiza, esparciendo toda su leche con mucho
mimo. Eso me puso a cien.
Después de la tormenta de placer
llegó la calma. Besos cariñosos, manos entrelazadas y caricias hasta que poco a
poco nos fuimos tranquilizando.
Además de una gran noche hemos
ganado una amistad con esta pareja tan estupenda. Merecen la pena tanto dentro
como fuera del ring.
¡Paso a paso vamos construyendo el camino!