Seguimos los mismos pasos que
hace exactamente un año. Mismo hotel, misma plaza de garaje y mismo restaurante
para cenar acompañado de vino blanco. Pero tenemos algo más de experiencia y
vamos con las ideas más claras.
Decidimos seguir con las copas en
Fusión. Y después de tomar la primera nos animamos a pasar a la acción.
Aterrizamos en una zona donde había más parejas, cada una iba a lo suyo. Blur y
yo empezamos a besarnos; acompañados del morbo del lugar, los sonidos y las
miradas furtivas nos dejamos llevar por nuestra sexualidad.
Un chico solo no perdía detalle
de lo que sucedía en aquella cama (ahora me pregunto cómo podía estar él allí
sin acompañar a ninguna pareja, pero en aquel momento era lo que íbamos
buscando, así que nos vino de perlas).
Tumbada boca arriba miré a Blur, me entregué a él; sabía que jugaría
conmigo a su antojo. Mientras él me acariciaba y jugaba con mis pezones duros y
erectos por la excitación el chico rozó mi pie levemente. Blur se dio cuenta de
esa caricia imperceptible y sonrió a la vez que, mirando directamente al chico,
asintió con la cabeza. Le estaba dando permiso para que siguiera avanzando por
mis piernas.
El chico era muy cauto y
delicado. Esa actitud le habrá evitado muchos malentendidos. Sus manos recorrían ya la parte interna de mis
muslos cuando Blur se le acercó y le preguntó: ¿Te la quieres follar? El chico
sorprendido abrió los ojos y rápidamente retrocedió para coger un preservativo.
Blur se recostó a mi lado y clavó
sus ojos en mí. Yo estaba bien abierta y relajada, esperando que el chico
entrara en mí. Mi boca se abrió y gemí con la primera embestida. Blur y yo no
paramos de besarnos y la sonrisa no nos abandonó en ningún momento. Mientras pellizcaba mis pezones me susurraba:
¿Te están follando bien? ¿Te gusta?
El ritmo fue aumentando hasta que
el chico se corrió. Esta situación duró como mucho cinco minutos, no éramos los
únicos que estábamos al límite. Blur le dijo al chico: Córrete si quieres eh?
Pero él ya se había vaciado. Y medio avergonzado dijo: Ya lo he hecho. Poco a
poco retrocedió hasta desaparecer de la escena.
Blur y yo seguimos alimentando
nuestra excitación. Empezó a morderme los pezones y fue bajando muy despacio
hasta mi clítoris. Introdujo dos dedos dentro de mí y sin parar de moverlos me
dijo: “Estás empapada…Y sabes a latex, puta.” Yo ahí me quería morir de placer.
Al rato, decidimos darnos una
vuelta por el local. Cambiamos de sitio y acabamos en una pequeña zona con
otras tres personas. Dos chicos y una chica. La chica cabalgaba a uno de ellos
mientras el otro se concentraba en sus tetas y se besaba con ella.
Yo me recosté al lado del chico
que, tumbado boca arriba, estaba siendo follado por la chica. Blur y yo no
dejábamos de tocarnos y besarnos. Estaba
en medio de un remolino de excitación, jadeos y caricias.
El chico me rozó la pierna y me
miró como si nada. Le correspondí la mirada y me volví para besar a Blur
dejando que explorara mi muslo. Que me acariciara y que poco a poco se aproximara
hasta que terminó hundiendo sus dedos en mi vagina. Presa de la excitación, me
metí otro dedo yo; así que ya eran tres los dedos que tenía dentro. Blur estaba
a punto de estallar. Lo masturbé hasta que me paró en seco y me dijo: “Basta,
quiero que te folle”.
Mientras todo esto sucedía, la
chica seguía moviéndose sobre el chico.
Sin saber cómo, se incorporó y se dedicó por completo a mí. Me masturbó mirándome a los ojos, sin decir una
palabra y me comió entera. Yo estaba tan excitada que quería que me follara ya;
necesitaba una poya dentro de mí. La suya o la Blur.
Mientras abría el condón, momento
que se hizo eterno, yo le masturbé. Acto que días posteriores tuvo su castigo
con fusta en mano. Debí de pedir permiso antes de actuar por mi cuenta pero ya
he aprendido la lección…amo.
Él se metió dentro de mí con
mucha fuerza. Yo gemía y pedía más. Lo tenía cogido por el culo y la espalda y
le empujaba marcando el ritmo cada vez más fuerte. Veía a Blur masturbarse, y
eso me encendió aun más, su ritmo era igual que el nuestro. Muy duro. Se movía
para ver lo que allí estaba ocurriendo desde todos los ángulos y finalmente se
corrió sobre mí, justo a la vez que el chico.
Yo estaba muy excitada; sabía que
con rozar un poco el clítoris explotaría, pero me contuve. Me encanta esa
sensación de saber que tengo el control. Ese primer orgasmo iba a ser
monumental y quería retrasarlo al máximo. Quería seguir recorriendo el local en
busca de placer. ¡Y vaya si lo hicimos! Por casualidad nos encontramos a una
pareja con la que no pude controlarme ni un minuto más. La chica y yo
conectamos desde el principio. Pero eso lo dejo para la siguiente entrada.
Perdimos la noción del tiempo y no veíamos el momento de parar, ni ella ni yo.
Esta experiencia nos ha unido
mucho más. Tenemos las cosas más claras. Ha sido un gran avance para nuestra
relación. Y estamos deseosos de seguir explorando este mundo tan placentero.
Gracias Blur, por ser como eres.
Gran relato!! Un saludo pareja
ResponderEliminarmuchas gracias adán... no fue un relato, fue una realidad....jejeje
EliminarEnhorabuena por los avances...
ResponderEliminarnos tememos que aún nos queda mucho por avanzar....
Eliminargracias Dantonmaltes por pasarte y como siempre te decimos por ser un referente.
intenso... fuerte... como lo que dejan ver de su vida...
ResponderEliminarmucho de lo que cuentan, principalmete las sensaciones, las dudas, las vivencias antes y después... nos hacen sentir identificados... no hemos hecho tríos... no es, por ahora, nuestra idea... pero... nunca digas nunca... ;))
besos desde buenos aires de...
nosotros dos
hola guapos!!!
Eliminarnosotros no tenemos ideas prediseñadas, simplemente nos dejamos llevar por el momento, la situación... bien es cierto que nuestro desencadenante principal es nuestra otra parte, porque al vernos en estas situaciones... uff... pero la verdad sea dicha... disfrutamos como locos...