miércoles, 8 de enero de 2014

NOCHEVIEJA EN MADRID....por Blur

¡Feliz año nuevo 2014!

     Después de relamer las uvas en la puerta del Sol, me dispuse a relamerme de gusto sabiendo que tenía una noche entera por delante con Alice... y no sé si fue el ambiente mágico de Madrid (que nos encanta), o el alcohol, o la noche o yo que sé... pero la verdad es que me pasé la mayor parte del tiempo empalmado...

    ¡Ahí va nuestra experiencia...!

     Mientras esperábamos a la apertura de puertas de la sala donde habíamos reservado dos entradas, tomamos una copa y charlamos sobre lo bien que nos había ido el año y de las ganas que teníamos de darlo todo esa noche, la temperatura iba subiendo, leve pero constante... Una vez hecha la pertinente cola en la puerta y dejado nuestros abrigos en el ropero, comenzamos a tomar unas copas y disfrutar de la música (de temática electrónica suave). Los decibelios de nuestra excitación iban subiendo y tras merodear un poco por aquí y por allá, hablar con estos y con aquellos y reírnos de nosotros mismos o con distintos grupos de gente comencé a notar a Alice con ganas de jugar. El primero fue un francés, bastante alto, como yo, iniciamos un juego de comparaciones de quién es más alto, quien tiene más estilo, quien tiene los labios más bonitos... hasta que Alice se fundió en un inocente beso que causó en mi una fuerte erección. Sería cosa de poco, el francés al conocer el dato de que estábamos casados besó una vez más a mi chica y nunca más supimos de él. Ahora estábamos lanzados.

     Fuimos a pedir una copa y mientras esperábamos el servicio de la camarera, mi chica delante y yo detrás, nos fundimos en un abrazo y pude introducir mis deditos por el vestido de mi esposa. Estaba realmente mojada, parecía que los besos con el francés habían elevado su líbido a unos niveles deseados y apetecibles por nuestros cuerpos. Incluso la camarera se acercó a preguntarnos algo acerca de nuestras bebidas, y prometo que no saqué los dedos de donde los tenía. Quizá alguien pudo observarnos, me gusta.

     Continuamos bebiendo, entre otras cosas, y el calor nos invadía, en ese momento conocimos a un chico, bastante bien formado. Tengo que reconocer que no era del todo caballeroso, pero quizá tenía ese punto de "cabrón" que me puso caliente. Les pedí que se besaran y en contrapunto a nuestro amigo galo, no se lo pensó dos veces. Ambos se fundieron en grandes besos, tocamientos y abrazos, me encantaba verlos. Incluso los dejé unos minutitos solitos mientras yo iba al baño. Lo disfrutamos bastante, nos comimos de arriba a abajo a mi mujer y nos largamos sin dejar rastro. Teníamos ganas de bailar
    Situados dentro de la pista conocimos a un chico británico que nos invitó a subir al reservado dos morreos después de conocernos. Para nuestra sorpresa su novia, o mujer, al ver la situación bajó a la pista y lejos de llamar la atención de su chico, participó de la fiesta común. Eran besos inocentes entre todos y algo más calientes entre Alice y la invitada inesperada. Sinceramente creo que estaban deseando acostarse la una con la otra. Cada cinco o diez minutos se buscaban con las miradas, y se fundían en dulces besos y abrazos.Me ponía muchísimo ver a mi nena con esa otra chica. Hacía tiempo que no la veía con otra y, esa forma de besar, de tocar, de amarse en los abrazos, esa sensibilidad, dulzura... (también tuve que dejarlas solas por cinco o diez minutos, cuando regresé, seguían disfrutando entre ellas). Tanto el otro chico como yo también disfrutamos de algunos besos con nuestras parejas contrarias, cosa que hacía subir la temperatura más y más eran besos inocentes pero excitantes para mí y también para Alice. Era un ambiente mezclado entre sexo, baile, desenfreno... muy excitante, pero seguíamos teniendo ganas de bailar...

     Así que cambiamos de local, y allí conocimos a Augusto. Al principio bailaba tranquilo. Había acudido con un amigo que estaba empecinado en entrar a todo bicho viviente, pero nos gustó, o concretamente me gusto él para Alice. Nos acercamos, nos presentamos y comenzamos a bailar con él. Mi amor para estas alturas de la película ya tenía ganas de sexo, y el chico se presentaba como candidato perfecto. Para más inri, vivía justo al lado del local y nos invitó, no sin antes dudarlo varias veces a subir a su casa. Solamente puso una condición: él follaría a Alice pero yo no podía estar en la cama, mirar sí, pero no participar activamente a la vez. Manifestaba esto porque decía no encontrarse seguro de estar junto a otro chico. A mi particularmente me parecía genial,  porque sólo de pensar que se iban a follar a mi chica y que yo iba a machacarmela mientras desde un sillón me ponía muchísimo. Lo comenté con ella y me sonrió como diciendo... "llevo toda la noche esperando a encontrar un buen tío que me folle, tranquilo que me voy a dejar bien a gusto" (yo todo eso solo con la sonrisa...)

     Llegamos a casa de Augusto y nos pusimos cómodos, en menos de cinco minutos ya estaban de pie frente a mí, besándose como bestias, sus lenguas se introducían con profundidad y desde mi azotea pude comprobar como las manos del amante tocaban los excitados pechos de mi chica. Augusto movía las manos por todos lados, culo, espalda, brazos, piernas... Quería desnudar a Alice y yo veía en sus caras deseo. En la de él, deseo de empezar a metérsela, y en la de ella deseo de follarse a su amante...

     Desnudó a mi mujer por completo y la tumbó en el sofá. Empecé a masturbarme. Le practicó una comida de coño increible, Alice no paraba de chillar y de apretar la cabeza de aquel cabrón contra su sexo. Lo he comentado muchas veces, pero no sabéis lo mojada que puede llegar a ponerse... podía ver su flujo casi gotear mezclado con la saliva de nuestro chico... Tengo grabada la imagen de Alice chupándole la poya a Augusto, este recostado en el sofá y mi niña seguir lamiendo mientras me miraba a los ojos, mucho rato, muy despacio, disfrutando... me hubiera encantado que se hubiera corrido entre sus ojitos, en la comisura de sus labios...

     No aguantaron más, y se fueron a la cama. Yo les seguí como auténtico voyeur, cada vez me costaba más no correrme, pero no quería porque quería correrme dentro de Alice. De vez en cuando el chico se tomaba un respiro y en esos ratitos mi chica se acercaba a mí y me follaba un poco, estaba muy pero que muy perra...

     La velada continuó en la cama de Augusto, varias posturas y varios meneos más con mi niña. Gemidos, tocamientos y mi jersey cada vez más manchado de excitación... Era una auténtica delicia verlos follar... Si algún hombre tiene dudas de que esto es excitante... que se lance, no tiene precio.


     Tengo que reconocer que al ponerse el segundo condón, nuestro invitado se vino abajo... fumamos algo para relajarnos y nos despedimos con besos y abrazos para continuar en nuestro hotel a solas, tres horas de sexo desenfrenado entre nosotros culminaron una gran noche, creo que ha sido la más excitante de mi vida.

     Al día siguiente fuimos a fusión, un local de intercambio en madrid, aunque estaba cerrado nuestra historia no acaba aquí....

1 comentario:

¿qué piensas?...dínoslo...